17 de Agosto: recordamos a San Martín

 

Vamos a conocer algunas características de San Martín como papá, como compañero, como abuelo, como profesional y así sentirlo un poquito más cerca de nosotros.

El general José de San Martín era un hombre muy educado, su estilo era persuasivo pero enérgico. Todo lo que prometía lo cumplía rigurosamente, su palabra era sagrada.

De buenos modales, era divertido, familiar, severo y moderado, optimista y muy afectuoso. A través de las máximas que escribió para su hija Mercedes le demostró su amor y su interés para que fuera una persona de bien; le enseñó a amar a la verdad y odiar a la mentira.

Su mayor aspiración era conseguir la libertad y la independencia de los países de América del Sur.

A pesar de sus malestares físicos, que no fueron menores, cruzó los Andes, demostrando un doble esfuerzo, de modo que pudo sentir el goce espiritual de haberlo cumplido.

Qué bueno sería ponernos a pensar en todo lo que hizo por la Patria, nos libertó y no solo a nosotros, sino también a Chile y Perú.

En él vemos reflejada una gran inteligencia, como lo demuestran sus estrategias: en el combate de San Lorenzo, donde los realistas superaban en mucho a los valientes granaderos, y por supuesto, en el cruce de los Andes.

Cuentan algunos relatos que era un hombre de carácter sencillo con un gran humor, que se reunía con los granaderos en sus regimientos y compartía muchos momentos con ellos. Fue padrino de nacimiento y casamiento de varios oficiales; no solo fue su jefe, sino que creó un vínculo muy preciado con ellos.

En su tiempo libre, José tocaba la guitarra, cantaba, pintaba marinas, estaba en su jardín, ya que le encantaba la jardinería, era carpintero, arreglaba relojes, pasaba tiempo con sus nietas, y por supuesto, como era militar también practicaba tiro. 

Le encantaba leer y coleccionar libros. Le interesaban los esotéricos, religiosos, de tácticas militares, filosofía, y también sobre relojería o carpintería.

En cada aniversario de su fallecimiento hacemos honor a su principal legado, resaltando aquellos valores que supo defender y transmitir, y que lo consagraron como modelo de ciudadano. Hoy, 17 de agosto, y todos los días merece ser recordado y enaltecido.

Su legado es un vivo ejemplo de valores primordiales que tanto se necesitan en este mundo alborotado.